Esta frase profunda y clara, atribuida por unanimidad a Louis Pasteur, puede guiar tu búsqueda por la verdad científica:
Louis Pasteur (atribuida):
««Un poco de ciencia aleja de Dios, pero mucha Ciencia devuelve a él»
Louis Pasteur fue un científico francés de renombre. A mediados del siglo XIX, formuló una ley científica de gran relevancia en la biología, la llamada Ley de la biogénesis:
Louis Pasteur:
«Solo la vida crea vida.»
Anunció sus resultados en una gala de la Universidad histórica de la Sorbonne en París, en 1864.

Esta Ley afirma que la vida no puede surgir, científicamente, de la no-vida.
Charles Darwin quedó desfasado 6 años después de formular su teoría
Charles Darwin había publicado su libro «El origen de las especies» en 1958, o sea, 6 años antes de la confirmación científica de la Ley de la biogénesis, cuando todavía estaba vigente la desfasada y antigua teoría de la generación espontánea. Dicho de otra forma: la comunidad científica en 1958 aceptaba algo hoy totalmente anticientífico: de substancias orgánicas en descomposición surgen seres vivos diferenciados.
6 años después de Darwin, Pasteur refutó la teoría de la evolución
6 años después de la publicación del famoso libro de Darwin, la base sobre la que se sustentaba la teoría de la evolución fue totalmente refutada por Pasteur.
Louis Pasteur aportó las pruebas experimentales (la buena Ciencia se hace con pruebas), pero no sólo él, hubo otros científicos de la época como Spallanzani y Redi que contribuyeron a la confirmación de lA Ley de la Biogénesis: “Solo la vida crea vida”.
Pero el ateísmo y el agnosticismo que estaba deseando imponer su ideología, encontró en el libro de Darwin una supuesta base científica. Por lo tanto, a partir de ese momento se consideró que la transformación de unas especies en otras (llamado enfáticamente «Teoría de la evolución») era un hecho que no necesitaba demostración, pues necesitaba ser aceptado como un acto de «fe» necesario para un pensamiento científico.
De esta forma, una teoría especulativa según la cual la vida se originó de materia inerte en un remoto lago primordial (nunca fue ni ha sido demostrado) fue admitida a mediados de siglo XIX, primero en Inglaterra, después en Alemania, donde encontró personajes influyentes de la sociedad de aquel entonces que la defendieron y difundieron de forma eficaz.
Aunque las pruebas hablan claro y fuerte en su contra, todavía hoy -a pesar de no poseer ninguna prueba a su favor- sigue siendo aceptada como un dogma indiscutible.
Pero, en la década de los 90 del siglo pasado, se empexaron a levantar voces de científicos altamente preparados, cada vez más y hablando más alto, que han demostrado la irrelevancia científica de la teoría de la transformación de las especies, también llamada evolución.
Otro día seguiremos con este asunto apasionante.
Bibliografía
Pendiente.